miércoles, 25 de abril de 2007

Partida


Seis de la mañana, temprano para empezar, se levantó, la rutina de todos los días, solo que hoy era distinto, hoy se olía un cambio en el aire, hoy se vería un cambio en él.
La última lágrima (siempre uno cree que es la última) se mezcló con el agua dulce de la canilla, se miró en el espejo, ese que siempre le devolvía un rostro confundido y se vio distinto, aunque algo confundido lo mismo.
Cargó en su mochila unos pocos pero buenos recuerdos, no quería que se siguiera poniendo pesada, ya lo era y demasiado, tenía en ella el peso de los años, el de los recuerdos, el de las obligaciones, las contraídas y las que le obligaron a tomar, muchos recuerdos buenos eran tenidos en cuenta, al fin y al cabo son los que alivianan las mochilas y acortan la distancia para llegar a casa, otros, solo estaban allí, pero los llevaría lo mismo. Olvidar es cometer los mismos errores una y otra vez…
Salió a la calle y emprendió la caminata, ¿hacia dónde? No tenía una idea fija, un rumbo fijo, no sabía bien lo que quería, solo sabía lo que no quería.
Despegar, una y otra vez, no es la respuesta, es la búsqueda de ella.
Lo veo todavía aprendiendo a caminar, diciendo sus primeras palabras, en su primer día de clases, en su primer aventura solo, por ahí, en bici, y lo veo con la misma cara de asombro, la misma preocupación, al fin de cuentas no cambió nada…. Y cambió tanto que casi no lo reconozco, quedó lo importante, su esencia, su aura blanca.
Vuela lejos, con tus alas, que yo se que aunque estén cansadas siempre tendrán la fuerza, el nido quedó atrás, roto, hay otros nidos para formar, otras ideas para no morir.
Un trozo de tu alma quedó en mi, pájaro azul de tantos otoños y allí quedará mientras mi mochila lo soporte, mi puerta está abierta, sin candados, sin esperarte, sabiendo que vendrás, algún día…

lunes, 23 de abril de 2007

A vos

Bien, esto es de una amiga, lo aclaro porque se merece que lo aclare. Lo pongo aquí sólo porque me gustó y creo que merece ser leído.

A VOS
Cómo se muere uno?
Como el nogal?
En un sólo verano?
En tres golpes de sangre?
O de a poco?
Me estoy quedando de a poco,
En cada planta del jardín.
Me detengo.
Y se cuela un poco de mi aire,
Cuando te escribo amor
Y a veces.
Cuando descubro
Que aún quedan carcajadas.
Cómo se muere uno? Acaso uno lo sabe?
Dónde está el fino límite?
Entre vos y yo.
Ha pasado tanto tiempo.
Eres sólo aire.
Y yo un poco más de tiempo.
No te extraño,
Sería como extrañarme,
A mi.
Sos los huesos de mi muñeca,
La máquina donde escribo.
Aire
Sólo aire
Y un espacio,
Que amenaza devorarme

domingo, 1 de abril de 2007

Otro Abril

Hola, me llamo Ricardo, a la fecha tengo 45 años.

Hace 25 que estoy en la isla, solo, nadie me visita, la mayoría porque no me conoce, muy pocos saben mi nombre y mis parientes están muy lejos para venir, es un largo viaje y costoso y nadie de los que los pueden ayudar lo hacen.
Pero esa no es la historia, es solo parte de ella; yo quería venir, me parecía justo que así lo hiciera, aunque si no lo hubiese querido, me obligaban.

Hace 25 años entre en la facu, quería ser ingeniero y construir, como todo ingeniero, tenía ideas, sueños y hasta me iba a casar después de recibido, pobre mi novia, no creo que me haya esperado, mejor, no tendría sentido, sería maravilloso par mi tanta fidelidad, pero no sería bueno para ella, espero que le haya ido bien.

Hace 25 años me subí a un avión, junto con otros muchachos de edades similares, mas chicos y mas grandes que yo, algunos con ilusiones, otros con miedo, la mayoría.

Hace 25 años crucé un pedazo de océano de esta patria, para llegar a este pedazo de patria mas chico y alejado, robado o no, a quién le interesa realmente?

Hace 25 años era invierno, igual que ahora, el frío era insoportable y se hacia peor con la crueldad de algunos superiores.

Hace 25 años yo era jovial, alegre, soñador y un borracho me quitó todo por seguir a no se que duende desprendido de algún delirio etílico, él y sus “camaradas” creían que era fácil y no midieron las consecuencias, nunca miden nada, total, Juan pueblo aguanta.

Hace 25 años, creo que por una bala –o varias- que no se de dónde vinieron ni por qué me buscaron a mí, me quedé en la isla, no estoy solo, tengo amigos a mi alrededor.

Hace 25 años que el alcohólico y sus “camaradas” viven una vida cómoda con sus familias, tienen hijos y nietos, que mis padres no tienen ni tendrán.

Hace 25 años un pueblo, mi pueblo, vivaba a este alcohólico por la hazaña, hoy este mismo pueblo espera esta fecha para salir de mini vacaciones, para disfrutar, para olvidar las tensiones propias del trajín cotidiano.

Hace 25 años nos pegaron una patada en el culo y nos sacaron del medio, todavía estamos aquí, nosotros vinimos por el pedazo de patria y lo tenemos, lo logramos