sábado, 3 de marzo de 2007

Otoño

Toc, tac, toc…, tres golpes suaves, leves, sutiles sobre el tejado….
Marzo resulta en mes más para muchos, triste para algunos, mes de transiciones, hojas muertas por una causa digna y colores cálidos...como sus ojos.
El viento arreciaba en forma casi cruel sobre la plaza y allí estaba ella, luchando contra el intolerable, tratando de mantener en orden su paraguas, su cabello rojo y su sobretodo marrón.
Allí estaba él, tratando de no esbozar una sonrisa que pueda parecer burlona, procurando llegar hasta la pobre dama en peligro, intentando ser el Sir Lancelot de esa tarde, esquivando hojas, tropezando con hojas y recibiendo de todo dentro de los ojos.
Lo demás fue casi coreografiado, llegó, ayudó y en el cruce de miradas hubo una complicidad de esas que algunos tardan años en conseguir, en la plaza había otras gentes, pero alrededor de ellos fue como si se detuviera el tiempo, el viento, la gente, el mundo...lo demás fue casi instantáneo, un café, dos, una tarde completa hablando de cosas, tal vez triviales, siendo sinceros, con los ojos clavados el uno en el otro; casi no había gente en el bar repleto, solo ellos y el mozo, al que molestaron poco.
La tarde paso tan rápido que no se vio el atardecer, de golpe era de noche, de repente hubo que decir adiós..., no pudieron, no quisieron, no tuvieron la valentía ninguno de los dos de dejar que el otro se vaya. La invitación era clara, la cena fue amena, que cenaron? No se, ellos tampoco, era lo de menos, lo importante era estar a su lado, ella de él, él de ella, no se perdería él de sus ojos de miel, sus manos delgadas, sencillas, sin pinturas, de su pelo rojo, apenas ondulado. Escucharon música durante la cena, ella sus palabras, él su risa, no queda otra opción, es amor, del que no creen algunos, del que se da sólo una vez en la vida, a primera vista.
La noche está sobre los techos, abarca todo lo que el hombre le permite.


- Te llevo a tu casa?
- No, no, gracias...
- Insisto.
- Mejor vamos a la tuya, después te explico.

Fueron.

A la mañana se despidieron con solo un beso después del desayuno, solo un beso y la promesa de verse nuevamente, en la plaza si no en el bar, por si lloviera... es Otoño y en Otoño, a veces llueve.
Toc, tac, toc…, tres golpes suaves, leves, sutiles sobre el tejado...., solo tres gotas alcanzan para despertarlo, ya pasó un año de espera, un año sin sus ojos, un año sin su risa, fue fácil desnudar el cuerpo, lo que duele es haber desnudado el alma. Toc, tac, toc…, tres golpes suaves, leves, sutiles sobre el tejado, suficientes para darse cuenta...., otra vez ella no viene.

7 comentarios:

Uninvited dijo...

Son todas así turras las coloradas?
Decí que me gustan las moroquias ;)

Che... en dos palabras: IM - PRESIONANTE!!

Ponete algo rojo ;)

Anónimo dijo...

No se, nunca salí con una colorada, aunque, confieso, me hubiera gustado, cuando la conocí a quien es hoy mi señora, yo iba para conocer a una colorada,pero eso en otra entrada.
Ami también me pueden las morochas, auque hay cada rubia....dónde lo lei??

ptt

Anónimo dijo...

Ahora don blog no me deja publicar un comentario y en MI página, esto es maravilloso, anónimo en MI página...lo rep#%#$%

Anónimo dijo...

La verdad muy bueno, viste como soy yo... enseguida le ponemos un poco de musica, unas luces, unos microfonos y nunca olvidarse de la camara (obviamente) y vamos haciando el cortito romantico, jeje.
Coincido con Gaby IM - Presionante!!!

pttlc dijo...

Sebas:
Gracias por andar por aquí.
Con respecto a lo de la camarita y las luces y qué se yo...vos sabés que por unos mangos.....;)

Uninvited dijo...

Che, si necesitan un doble de riesgo para enfrentar a la colorada ya saben ;)
Aunque no doy con el perfil de "corto" (ejem!) pero bue... todo sea por el arte :p
jajajaja!!

pttlc dijo...

Mire,sobrino, usté puede dar el perfil de "corto", como dice.pero acá los buscamos por intelectualidad manifiesta a los actores (nunca vamos a hacer una xxx) así que usted está contratado, lo único que va a trabajar en "negro" vió? jejeje